La alcaldesa ‘pevemista’ consumó una traición más al pueblo de Puerto Morelos, al impulsar la aprobación de un Plan de Desarrollo Urbano, que tenía el rechazo ciudadano por ser ecocida.
Con toda la desfachatez, luego pidió licencia para ir por una diputación federal, donde por cierto será respaldada por el partido Morena, integrado por “honestos” e “incorruptibles”.
A Fernández Piña le valieron las observaciones de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), que había determinado que el PDU violentaba disposiciones de leyes federales y estatales en materia ambiental y urbana.
Con ello, se abre el camino a las empresas inmobiliarias para que realicen negocios con miles de hectáreas del nuevo municipio, sobre ocupen la zona, despojen a los pequeños propietarios y se destruya todo el entorno ecológico en aras de ganancias fáciles.
La regidora morenista Yazmín Vivas, quien votó en contra de la iniciativa en el pleno del Cabildo, dijo que esta acción fue un “madruguete”, violando todas las disposiciones de la ley.
(Sin Fronteras)