En un documento publicado por la Fundación Rockefeller en 2010, titulado “Escenarios para el futuro de la tecnología y el desarrollo internacional”, se describían las posibles ramificaciones de una pandemia. El escenario “Lock Step” imaginaba un mundo en el que los gobiernos nacionales imponían un control y una autoridad estrictos desde arriba en respuesta a una pandemia mundial, y los ciudadanos acataban las restricciones gubernamentales.
En la sección “ Paso a paso ” se detalla cómo podrían reaccionar los países ante una crisis global, como una pandemia, con distintos grados de control gubernamental. Se analiza cómo los gobiernos más autoritarios podrían lograr contener el virus mediante la aplicación de medidas estrictas de confinamiento, vigilancia y control, mientras que otros países con un control menos centralizado podrían tener dificultades para gestionarlo.
La COVID-19 se utilizó como catalizador del control autoritario. El escenario del folleto planteaba que, durante una pandemia, algunos gobiernos podrían imponer regulaciones estrictas y confinamientos, exigiendo a los ciudadanos que las cumplieran sin cuestionamientos. Este control centralizado sería eficaz para contener la pandemia. Con el tiempo, estas medidas de control se volverían permanentes, lo que llevaría a una mayor vigilancia gubernamental, identificaciones biométricas y restricciones a las libertades, incluso después de que terminara la pandemia. Este escenario también enfatizaba que el público cumpliría en gran medida con estas restricciones, siguiendo todas las órdenes dadas, considerándolas necesarias para proteger la salud y la seguridad públicas.
Este escenario de “paso a paso” se utilizó como precursor de una agenda planificada para un futuro gobierno mundial autoritario. También fue impulsado por el Foro Económico Mundial y los títeres que se habían colocado en diferentes departamentos gubernamentales en todo el mundo, utilizado bajo el disfraz de un reinicio, como una forma de probar el punto de ruptura de las personas.
Se consideran tres fases que los gobiernos utilizarían durante la pandemia para implementar niveles crecientes de autoritarismo. Son más o menos así:
Fase uno : el brote de un virus y las respuestas gubernamentales iniciales, como confinamientos, restricciones de viaje y medidas de distanciamiento social, a menudo denominadas “prueba” para comprobar el cumplimiento público.
Fase dos : aumento del miedo a través de la cobertura mediática, que conduce a mayores medidas de control gubernamental, como confinamientos prolongados, vacunaciones obligatorias y restricción de las libertades civiles.
Fase tres : Esta fase implicaría un estado de control más permanente, donde las medidas gubernamentales extremas (como la aplicación de medidas policiales y militares, las vacunaciones obligatorias y las identificaciones digitales) se convertirían en la norma. En esta fase, hay un alto nivel de pobreza y una posibilidad de colapso económico, escasez de alimentos y una mayor erosión de las libertades de las personas, lo que conduciría a un mundo más autoritario y con mayor vigilancia. El Foro Económico Mundial ha sido muy descarado sobre esta fase, aprovechando la oportunidad de la pandemia para potenciar su agenda, afirmando que el control de las libertades de las personas es un paso positivo para todos nosotros.
Como todos podemos ver en estos tiempos actuales, la autoridad de arriba hacia abajo está empezando a ejercer un control más estricto sobre todos los aspectos de nuestra vida, desde los alimentos que debemos consumir hasta dónde y cómo debemos viajar, e incluso lo que se nos permite decir. Nuestras finanzas están siendo vigiladas de cerca y la identificación digital está a la vuelta de la esquina para muchos de nosotros.
Este manual socialista se ha estado gestando durante décadas, y la Fundación Rockefeller es solo uno de los actores que nos mostró exactamente lo que nos depara el futuro. Por lo tanto, existe una necesidad cada vez mayor de que aprendamos y entendamos exactamente a qué nos enfrentamos todos. Nos encontramos en un momento crucial en la lucha continua del hombre como ser libre y autónomo, a la que debemos aferrarnos a toda costa.
FUENTE: TIERRA PURA