Tras reconocer los méritos del informe aparentemente exhaustivo de Seymour Hersh sobre cómo el gobierno de Estados Unidos destruyó los oleoductos Nord Stream 1 y 2 en el Mar Báltico el pasado septiembre, Pepe Escobar ha decidido señalar también algunas graves incoherencias en dicho informe. Por ejemplo, en ninguna parte de su narración Hersh se refiere al MI6, a los polacos (gobierno, Marina), a los daneses e incluso al gobierno alemán. Y aunque estaba escribiendo la historia de una respuesta terrorista a un grave problema geopolítico, llama la atención que un profesional de primera fila como Hersh ni siquiera se haya molestado en examinar el complejo trasfondo geopolítico. Así, lo que nos queda, dice Escobar, es un pantano atestado de chivos expiatorios, historias falsas y cabos sueltos de inteligencia a través de los cuales nadar. Por otro lado, advierte Escobar, la narrativa del informe no deja lugar a dudas de que la fuente de Hersh -si no el propio periodista- apoya lo que se considera una política legal de Estados Unidos para luchar contra la “amenaza de Rusia al dominio occidental [en Europa]”. Escobar también infiere que la fuente de Hersh procede del Consejo Asesor de Inteligencia del Presidente (PIAB). A pesar de todo su meticuloso reportaje, la sensación ineludible sigue siendo que lo que la narrativa de Hersh realmente acusa es el gambito de terror del combo Biden, y nunca el plan general de Estados Unidos para provocar a Rusia en una guerra delegada de la OTAN, dejando así limpios a la CIA, la red de inteligencia británica de los Cinco Ojos y por su puesto al Reino Unido.
FUENTE: TRIKOOBA