La protección ofrecida contra la variante ómicron del COVID-19 se desvanece rápidamente tras una segunda y tercera dosis de la vacuna de Pfizer-BioNtech, según un estudio revisado por expertos y publicado en la Red JAMA.

Un estudio danés publicado en JAMA Network el 13 de mayo descubrió que había una rápida disminución de los anticuerpos séricos neutralizantes específicos de ómicron solo unas semanas después de la administración de la segunda y tercera dosis de la vacuna.

El estudio evaluó a 128 adultos que se vacunaron, y de ese número, 73 personas recibieron dos dosis de la vacuna de Pfizer, y 55 recibieron tres dosis entre enero de 2021 y octubre de 2021, o se infectaron previamente antes de febrero de 2021 y luego se vacunaron.

“Nuestro estudio encontró una rápida disminución de los títulos de anticuerpos séricos neutralizantes específicos para ómicron solo unas semanas después de la segunda y tercera dosis”, dice un resumen del estudio, y añade que “la disminución observada en los títulos de anticuerpos neutralizantes de la población corresponde a la disminución de la eficacia de la vacuna contra la infección de ómicron confirmada por la reacción en cadena de la polimerasa en Dinamarca y la infección sintomática de ómicron en el Reino Unido”.

Los niveles de anticuerpos, que se asocian a la protección contra futuras infecciones, disminuyeron a las pocas semanas de recibir las vacunas. También eran mucho más bajos que los anticuerpos específicos de las variantes delta y COVID-19 originales, según el estudio.

La proporción de anticuerpos específicos de ómicron cayó del 76% cuatro semanas después de la segunda dosis al 53% entre la octava y la décima semana. Entre las semanas 12 y 14, estos niveles se redujeron aún más, hasta alcanzar solo el 19 por ciento, según el estudio.

Esos anticuerpos aumentaron con una tercera dosis, multiplicándose por 21 tres semanas después de la dosis antes de caer a 8 veces en la cuarta semana. Pero con la tercera dosis, según los investigadores, los niveles de anticuerpos disminuyeron ya a las tres semanas, y se multiplicaron por 5.4 entre la tercera y la octava semana.

Los investigadores concluyeron que podría ser necesario proporcionar vacunas de refuerzo adicionales para combatir la variante ómicron, que surgió el pasado otoño, sobre todo entre los individuos de mayor edad.

Sin embargo, un estudio de investigadores israelíes publicado a principios de abril en la revista New England Journal of Medicine descubrió que una cuarta dosis, o un segundo refuerzo, de la vacuna de Pfizer, no ofrece una fuerte protección.

“En general, estos análisis proporcionaron pruebas de la eficacia de una cuarta dosis de la vacuna contra la enfermedad grave causada por la variante ómicron, en comparación con una tercera dosis administrada más de 4 meses antes. En el caso de la infección confirmada, una cuarta dosis parecía proporcionar solo una protección a corto plazo y un beneficio absoluto modesto”, escribieron entonces los autores del estudio tras analizar los datos del Ministerio de Sanidad israelí.