El periódico ‘Daily Telegraph’ ha hecho público un documento interno de la farmacéutica Pfizer en el que se reconoce un importante aumento de las reacciones adversas a la vacuna contra el COVID-19.
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Así se hace público en un artículo de este periódico de Nueva Zelanda que puedes leer en este enlace y en el que se dice que un documento publicado por Pfizer aparentemente como resultado de una orden judicial de Libertad de Información en los EE. UU. Revela una amplia gama de efectos adversos de vacunas previamente desconocidos recopilados de fuentes oficiales de todo el mundo.
La noticia explica que la farmacéutica Pfizer reconoce que se trata de “un gran aumento” en los informes de eventos adversos y que incluso este enorme volumen no se informa y se enumeran más de 100 enfermedades, muchas de ellas muy graves.
Este documento fue compilado por Pfizer en los primeros días del lanzamiento de la vacuna en Nueva Zelanda, pero posiblemente no fue entregado al gobierno de la isla.
Se explica en la información que cualquiera que lea la nueva compilación de informes de eventos adversos de Pfizer quedará asombrado. Sin embargo, la gran densidad de términos médicos técnicos y nombres de enfermedades se divide en categorías reconocibles y graves de enfermedades: insuficiencia renal, accidente cerebrovascular, eventos cardíacos, complicaciones del embarazo, inflamación, enfermedad neurológica, insuficiencia autoinmune, parálisis, insuficiencia hepática, trastornos sanguíneos, etc. enfermedad de la piel, problemas musculoesqueléticos, artritis, enfermedad respiratoria, TVP, coágulos de sangre, enfermedad vascular, hemorragia, pérdida de la vista, parálisis de Bell y epilepsia.
Poco a poco se van sabiendo más cosas del brebaje, aunque hasta dentro de 75 años no vayamos a tener acceso a los documentos médicos en los que se ha basado la vacuna.
(eldiestro)