Un fuerte debate se ha instaurado en casi todo los estados de los Estados Unidos respecto al uso obligatorio u optativo de los tapabocas en las instituciones educativas. Muchas juntas escolares impusieron la obligatoriedad de uso como requisito para asistir a clases, lo que fue entendido por muchos como un abuso de la autoridad, que limita las libertades y derechos de millones de niños y jóvenes del país.
En al menos 14 estados, se han presentado demandas a favor o en contra del uso obligatorio de máscaras en las escuelas. Esta situación provocó una verdadera grieta entre aquellos que lo consideran innecesario y los que continúan promoviendo los mandatos de máscaras y su uso permanente.
Las reglas de las máscaras en las escuelas públicas varían ampliamente. Algunos estados los requieren; otros prohíben mandatos. Mientras que otros lo dejan en manos de distritos individuales.
Las discusiones por este tema se han profundizado durante los últimos meses, sobre todo desde que una gran proporción de la población estadounidense se ha vacunado, surgieron muchas voces disidentes que no encuentran explicación para continuar utilizando tapabocas.
En algunos casos los enfrentamientos se han elevado de tono y se tornaron violentos. Así es que en medio de protestas y discusiones violentas por el uso de máscaras en los Estados Unidos, la batalla judicial apenas comienza.
En este contexto, numerosas agrupaciones de padres se vienen organizando y manifestando su desacuerdo por la obligación que pesa sobre sus hijos de llevar puesta una máscara durante las horas de clase. En distintos puntos de los Estados Unidos, grupos de padres preocupados se están enfrentando a las juntas escolares quienes junto a sindicatos docentes continúan exigiendo que las máscaras se utilicen incluso dentro del aula.
Los antecedentes judiciales iniciales son del todo variados, con victorias para los defensores de las máscaras en algunos estados, seguidas de otras decisiones simultáneas en otros como Texas y Florida que van en sentido opuesto. La Corte Suprema de Texas bloqueó otro mandato de máscaras escolares el jueves.
Generalmente son los funcionarios republicanos y los sectores más conservadores quienes se enfrentan a los mandatos de máscaras, argumentando que hay consecuencias negativas en que los niños estén enmascarados todo el día y que los padres deben ser quienes deciden si sus niños deben utilizarlas o no. Siendo el principal argumento que generalmente los niños son mucho menos vulnerables al virus que los adultos mayores.
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Lo que sí queda en claro es que la batalla por la obligatoriedad de máscaras no es pareja. Aquellos que defienden su uso extremo cuentan con el apoyo de la administración Biden y todo el aparato federal.
En medio de la guerra por las mascarillas en el regreso a clases, Biden acaba de ordenar al Departamento de Educación de EE.UU. que utilizara todas las medidas disponibles para impedir que los estados prohíban los mandatos de las mascarillas en las escuelas.
Biden también criticó a las personas que se manifestaron en contra de los mandatos sobre las mascarillas en una reunión del consejo escolar en Tennessee la semana pasada, argumentando que los manifestantes amenazaron a médicos y enfermeras que defienden el uso de máscaras.
Sin embargo, ignoró las amenazas proferidas contra otros médicos que exponen sus argumentos en contra de los mandatos de mascarillas, incluyendo a un médico de Illinois que dice que los reguladores estatales están sugiriendo que pueden perder su licencia médica por su posición sobre el enmascaramiento en las escuelas.
Los gobernadores de ocho estados que han prohibido los mandatos de máscaras en las escuelas, entre ellos Arizona, Florida, Iowa, Oklahoma, Carolina del Sur, Tennessee, Texas y Utah, ya han recibido o recibirán pronto cartas del gobierno de Biden en las que se les reprende por sus políticas y se les advierte de posibles acciones federales.
Cabe señalar que estos estados han prohibido la obligación de llevar máscaras en las escuelas, pero no han prohibido el uso de las mismas. Esto quiere decir que las personas son libres de llevar mascarilla en cualquier momento y por cualquier motivo.
(blesmundo)