Corea del Sur y Estados Unidos reanudan sus ejercicios militares anuales el lunes. La noticia no fue bien recibida por las autoridades de Corea del Norte quienes instaron al régimen chino a trabajar juntos para enfrentar a Estados Unidos y sus aliados.
Ri Ryong-nam, el embajador de Corea del Norte en China, fue el primero en advertir que siente que Estados Unidos está amenazando a los países de “Asia-Pacífico” con su presencia militar, y llamó a las autoridades del régimen comunista chino a fortalecer su alianza para lograr enfrentarlo.
“Estados Unidos es una amenaza común para Corea del Norte y China, y los dos países deberían enfrentarla fortaleciendo su cooperación”, dijo Ri Ryong-nam. “Estados Unidos no es bienvenido y definitivamente pagarán el precio por eso”, continuó.
Por su lado, Kim Yo Jong, la hermana del dictador norcoreano Kim Jong Un, respondió a la reanudación de los simulacros en un comunicado de repudio y confrontación:
“Los simulacros son acciones autodestructivas no deseadas que amenazan al pueblo norcoreano y aumentan las tensiones en la península de Corea”, dijo, según el medio Express.
Sin embargo la realidad muestra que los entrenamientos militares anunciados entre Estados Unidos y Corea del Sur, no tendrían mayores diferencias que los ejercicios llevados a cabo habitualmente durante décadas en cada inicio de primavera y verano.
De hecho, el Estado Mayor Conjunto anunció los ejercicios militares en la zona con anticipación al mismo tiempo que los justificó bajo el objetivo de profundizar las relaciones pacíficas en la región.
“La alianza tomó la decisión después de considerar exhaustivamente la situación de COVID-19, la postura de defensa conjunta y las formas de apoyar los esfuerzos diplomáticos para desnuclearizar y fomentar una paz duradera en la península de Corea”, anunciaron en un comunicado conjunto las fuerzas de Estados Unidos y Corea del Sur.
Corea del Norte siempre se ha manifestado en contra de los ejercicios militares de Estados Unidos en la región, de hecho la semana pasada cuando comenzaron los entrenamientos preliminares, Corea del Norte no respondió a las llamadas en la línea directa intercoreana que notificaban el inicio de las actividades.
Por su lado, Corea del Sur también pidió a Pyongyang que responda a sus ofertas de diálogo y dijo que “aumentar las tensiones militares en la península de Corea no ayudaría a nadie”.
Mientras tanto, Estados Unidos enfatizó que sus ejercicios con Corea del Sur fueron de naturaleza puramente defensiva.
“Como hemos sostenido durante mucho tiempo, Estados Unidos no alberga ninguna intención hostil hacia la RPDC”, dijo el martes el portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, Ned Price, utilizando las iniciales del nombre formal del país, República Popular Democrática de Corea.
“Apoyamos el diálogo intercoreano, apoyamos el compromiso intercoreano y continuaremos trabajando con nuestros socios (surcoreanos) con ese fin”, agregó Price.
Según analistas, las críticas y amenazas por parte del régimen norcoreano pareciera que tienen más que ver con intentar distraer a sus ciudadanos de la profunda crisis económica que vive el país y cuestiones de política interna, que con enviar un verdadero mensaje de confrontación a Washington.