Pocos días después de que los funcionarios del Partido Comunista censuraran a un destacado académico que se atrevió a criticar al PCCh y a su glorioso líder, Xi Jinping, más noticias de lo que parece ser una creciente purga de disensiones tras la pandemia de coronavirus, mientras Beijing prepara una Rusia- lanzamiento de vacunas de estilo.
WSJ informa que uno de los aliados más importantes de Xi ha pedido una purga maoísta del aparato de seguridad nacional de China, insistiendo el mes pasado en que es hora de "girar la hoja hacia adentro y raspar el veneno del hueso".
Una semana después de la llamada, los "ejecutores" del partido iniciaron investigaciones sobre al menos 21 funcionarios policiales y judiciales. Docenas más han sido retiradas en las semanas posteriores. Hasta ahora, la figura más destacada que enfrenta cargos es el jefe de policía de Shanghai.
En esencia, el presidente Xi, quien se ganó elogios por su manejo de la pandemia de COVID-19 pero, sin embargo, está debilitado debido a la economía debilitada de China y las crecientes tensiones con Washington, está lanzando su propio ataque contra el estado profundo, reflejando la animosidad y desconfianza del presidente Trump hacia su propia máquina de inteligencia.
(True Pundit)