Un equipo de arqueólogos británicos logró identificar unos huesos conservados en una iglesia de Folkestone, en el sureste de Inglaterra, como pertenecientes a santa Eansvida, una princesa anglosajona que vivió aproximadamente entre los años 630 y 650 y jugó un papel clave en la cristianización de Gran Bretaña.
Los restos fueron encontrados en 1885, y desde entonces se asociaban con la santa a la que está dedicada la iglesia.
Hace más de un siglo, la procedencia de los huesos era una cuestión de fe, pero con el desarrollo de la tecnología surgieron los métodos apropiados para determinarla. El líder del equipo, Andrew Richardson, dijo a The Guardian que la iglesia dio "un paso valiente" al permitir a los investigadores estudiar la reliquia.
"Podríamos simplemente haber dicho: 'Amigos, no es ella'. Yo creía que teníamos un 50% de probabilidades de que lo fuera, y muchos colegas eran escépticos", explicó.
Sin embargo, un análisis de radiocarbono permitió datar los huesos justo en la época en que murió Eansvilda. La edad de la persona —entre 17 y 21 años— también corresponde a la de la santa, que según las fuentes falleció muy joven. Además, un estudio osteológico mostró que no sufría de malnutrición y tenía los dientes poco dañados por alimentos duros, lo que sugiere su origen noble.
Princesa y santa
Conforme a la tradición, Eansvida era hija de Eadbaldo de Kent, que gobernó su pequeño reino en la parte suroriental de Gran Bretaña entre 616 y 640.
La princesa vivió durante las primeras etapas de la cristianización de la isla, y su abuelo, Ethelberto, fue el primer rey anglosajón en adoptar la fe católica. A mediados del siglo VII, todavía no había concluido el proceso de cristianización de la isla, y varios gobernantes seguían practicando su fe pagana.
En este contexto, la princesa se negó de casarse con un rey pagano y optó por hacerse monja. Se cree que como tal fundó en Folkestone el primer convento de mujeres de Gran Bretaña, del que fue abadesa. No obstante, pronto falleció, probablemente debido a la peste.
Posteriormente canonizada, Eansvida, a la que se le atribuyeron varios milagros, fue un importante símbolo de la identidad local, dijo a The Independent la historiadora Lesley Hardy, de la Universidad Christ Church de Canterbury.
"Folkestone es un lugar extremadamente antiguo, pero gran parte de su patrimonio se borró a través del desarrollo en los siglos XIX y XX. Eansvida estaba en el centro de la comunidad: la gente la habría visto como una heroína local. Traerla de vuelta a la luz es algo especial", señaló la investigadora.
Evidencia de la genealogía real
Aunque es difícil rastrear el árbol genealógico de los monarcas británicos actuales hasta el siglo VII, algunas fuentes sugieren que el padre de Eansvilda, Eadbaldo, podría ser el 40.º bisabuelo de la reina Isabel II.
Sea cierto o no, el material genético de los restos de Eansvilda —los únicos conservados de su linaje— puede arrojar luz a la historia dinástica medieval, asevera Richardson.
"Nuestra identificación de los restos esqueléticos de la santa Eansvilda abre la posibilidad de usar su ADN para investigar la ascendencia de las dinastías reales de Kent y de los francos", señaló.
(RT)