Al respecto, el testigo explicó que tras presentar el texto al periodista, sufrió una serie de consecuencias, pues contó que fue acusado de delitos relacionados a narcotráfico y crimen organizado, por lo que lo trasladaron al penal de Puente Grande, en Jalisco. Sin embargo, indicó que al final, los jueces decidieron absolverlo de todos los cargos.
Ante esta situación, el policía afirmó que le contó lo que sucedió a un amigo suyo, Óscar Granados, con quién decidió acudir ante las autoridades para denunciar el accionar del llamado "súper policía".
Pues resulta que a la persona que decidieron acudir para denunciar a García Luna fue, nada más y nada menos que a Layda Sansores, quien en ese entonces fungía como diputada federal.
El expolicía federal narró que, en octubre del 2008, en la carretera libre Cuernavaca-Tepoztlán, en Morelos, observó dos camionetas. Estas camionetas transportaban a los dos capos, así como también a García Luna.
Ante esta situación, el policía afirmó que le contó lo que sucedió a un amigo suyo, Óscar Granados, con quién decidió acudir ante las autoridades para denunciar el accionar del llamado "súper policía".
Pues resulta que a la persona que decidieron acudir para denunciar a García Luna fue, nada más y nada menos que a Layda Sansores, quien en ese entonces fungía como diputada federal.
El testigo asegura que tras informarle a Sansores sobre los encuentros de García Luna con los cabecillas de una organización criminal, la actual gobernadora de Campeche les recomendó que le enviaran un texto anónimo a un periodista de la revista Proceso.